¿Cómo financiar los estudios universitarios?
La universidad supone un fuerte desembolso de dinero, por lo que antes de tirarse a la piscina, es importante pararse a pensar en cómo financiar los estudios universitarios para no solo poder comenzarlos, sino también terminarlos sin contratiempos. Antes de matricularte, es conveniente que hagas un cálculo de cuánto pueden llegar a costarte los estudios completos, teniendo en cuenta también los gastos como libros, material académico y dejando un margen para imprevistos, pues basta que no contemos con ellos para que surjan de la nada. En caso de que el lugar elegido para llevar a cabo los estudios se encuentre lejos, hay que tener presentes también los gastos de transporte o estancia en el lugar.
La opción principal que nos viene a la mente al pensar en cómo financiar los estudios universitarios es la de solicitar una beca, la más habitual es la que concede el Ministerio de Educación (MECD), es muy completa, pues no solo aporta financiación para los estudios en sí, sino también para el transporte, el material académico y la residencia. De todos modos, es importante saber que no siempre conceden las cuantías completas, sino que la cantidad puede variar. A pesar de ser éstas las becas más conocidas, no son las únicas, pues algunas comunidades, bancos y fundaciones también las conceden con el fin de colaborar con los que tengan problemas a la hora de descubrir cómo financiar los estudios universitarios para ellos mismos o para sus hijos. La mayoría de ellas valorarán el expediente académico (algunas solo serán aptas para alumnos brillantes) y la cuantía de los ingresos familiares en caso de que no se esté independizado.
La segunda alternativa más común es solicitar un préstamo a un banco, lo mejor es preguntar en varios y ellos nos informarán sobre cómo financiar los estudios universitarios. Usualmente cuentan con préstamos especializados para estudios, ofreciendo bastantes facilidades. Por supuesto, como en todo préstamo, es preciso contar también con los intereses que nos cobrarán. Afortunadamente al ser especializados, y teniendo en cuenta que los beneficiarios de los préstamos pueden ser futuros clientes, suelen contar con intereses bastante bajos, incluso con meses en los que no se debe pagar nada, y en ocasiones se ofrecen facilidades también para los estudiantes con expedientes excelentes.
En caso de que se pretenda cursar la carrera no en este momento, sino en unos años, se puede ahorrar un dinero al mes en una cuenta que hayamos creado a propósito para imprevistos o cuestiones diversas, como financiar los estudios universitarios. De este modo, evitaremos el pago de intereses, o arriesgarnos a que no se nos conceda una beca y esto nos lleve aplazar o simplemente renunciar a este tipo de formación. Se puede hacer un cálculo de cuánto es posible ahorrar en función del sueldo de cada uno, y hacerse a uno mismo la promesa de reservar cada mes la cantidad decidida, sin caer en la tentación de gastar el dinero en algo que no sea realmente necesario. Para los que aún no tengan claro cómo financiar los estudios universitarios, teniendo en cuenta que es muy probable que las becas para estudios, al menos las oficiales del ministerio, dejen de existir, esta opción sería muy ventajosa. Podemos tomarnos el ahorro mensual como si fuera un préstamo que devolvemos al banco, solo que en este caso nos concederemos el dinero a nosotros mismos. La pega es que en este caso hay que planear la financiación con años de antelación o no podremos alcanzar la cantidad deseada.
A la hora de estudiar un Master o Posgrado, también debemos investigar con el centro de estudios que tipo de financiación ofrecen, en algunos casos el Centro te financia sin intereses el 100% de la Formación, razón importatnte a la hora de tomar una decisión a la hora de elegir un master.
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