Técnicas de estudio
¿Tienes un examen y no sabes cómo estudiar? No te desesperes. Hay una infinidad de técnicas de estudio para estudiar de una forma más eficaz y satisfactoria, obteniendo mejores resultados. Sólo tienes que encontrar la que más se adecue a ti.
Cada vez existe más fracaso escolar en los centros educativos, para disminuirlo los estudiantes deben usar trucos, recetas, normas o técnicas de estudio para mejorar su rendimiento y obtener mejores resultados.
En el mundo estudiantil, las técnicas para estudiar se están convirtiendo en uno de los mecanismos más importantes ya que son una herramienta para hacer efectivo lo aprendido. Estas técnicas ayudan y facilitan el proceso de memorización y estudio.
Para aprender a estudiar, y saber cuáles son los principales pasos a seguir en el estudio y aprendizaje de una lección está el método L.S.E.M.
L = Lectura: En primer lugar se hace una pre-lectura que consiste en una lectura rápida del tema para saber de qué trata y posteriormente una lectura comprensiva volviendo a leer el texto, pero más despacio, párrafo a párrafo.
S= Subrayado: Subrayar destacando lo más importante, así como palabras clave. El subrayado ayuda a ahorrar tiempo a la hora de estudiar fijando tu atención en lo que te interesa. Existe el subrayado lineal, el subrayado con signos o escribir en el margen palabras que resuman el texto. Cada persona utiliza la forma de subrayado que más se adapta a su gusto.
E= Esquema: contiene de forma sintetizada las ideas principales del texto y que podemos ver con un simple vistazo.
M= Memorización: trata de mantener en la memoria los conocimientos fundamentales y necesarios sobre el tema. Es conveniente potenciar la capacidad de memorizar, algunas técnicas son la técnica de la historieta (construir una historia con los elementos que se van a memorizar), la técnica de los lugares (asociar la lección con lugares), la técnica de la cadena (mediante el uso de imágenes) y la técnica de la canción (aprenderse la lección cantándola como se hacía antiguamente en las escuelas).
La utilización de la memoria en el proceso de aprendizaje ha provocado mucha polémica entre los profesionales de la educación, ya que con esta forma de estudiar piensan que los estudiantes no aprenden nada, simplemente se aprenden la lección de memorieta, la sueltan en el examen y luego no se acuerdan de nada. Lo que se busca es que los estudiantes adquieran conocimientos entendiendo lo que estudian. Hay que trabajar de forma combinada la memoria y la atención.
Existen otros ejercicios de técnicas de estudio cuya finalidad, también, es enseñar formas de estudiar que ayuden a mejorar el propio proceso de estudio y aprendizaje, a aumentar el rendimiento académico y a favorecer la autoestima y la motivación escolar.
Del bachiller o formación profesional a la universidad se produce un cambio cualitativo en las circunstancias que rodean al estudiante y las técnicas de estudio en la universidad serán distintas porque existe menos control externo y una mayor independencia personal. Además se abre un mundo de relaciones personales y tienes que organizarte y compaginar en tu agenda: estudio, actividades extrauniversitarias, salidas con amigos y descanso.
Antes de comenzar a estudiar se requiere cuidar:
La concentración y atención: La necesidad de estar atentos y de concentrarse en el trabajo intelectual es algo básico. Para ello, hay que asistir a clase, participar, tomar notas y estudiar un poco cada día.
El lugar de estudio: Cuidar condiciones ambientales te ayudará a concentrarte mejor y en menos tiempo a la hora de estudiar, y a evitar la fatiga mental. Procura estudiar siempre en el mismo lugar, los sitios novedosos no favorecen la concentración. El lugar de estudio tiene que ser cómodo, pero que no te provoque somnolencia. Una iluminación y temperatura agradable.
La Motivación: esta suele ser la principal causa de no tener ganas de estudiar. El no gustarnos la carrera que estamos estudiando y no sentirnos a gusto con el entorno de estudio o el profesor, puede provocarnos desmotivación, por eso hay que pensar muy bien lo que queremos para nuestro futuro a la hora de elegir el camino que vamos a tomar.
En el caso de estar preparando unas oposiciones, la planificación es especialmente importante y debe hacerse con meses de antelación e, incluso, un año. Aparte de estudiarlo, la técnica de estudio más aconsejable es realizar una síntesis del tema a estudiar en un folio por una cara.
No hay que olvidarse de que cada persona tiene unas particularidades. Conocerse bien a uno mismo, adaptar las técnicas generales a las tendencias y particularidades de cada hora es lo importante.
Se podría hablar de estudiantes “búho”, son aquellas personas que les gusta más estudiar de noche, o estudiantes “alondras”, a los que nos les cuesta levantarse por la mañana temprano y ponerse a estudiar.
Las formas de estudiar que utilicemos tienen una importancia decisiva ya que los contenidos o materias que vayamos a estudiar por sí solos no provocan un estudio eficaz, a no ser que busquemos un buen método que nos facilite su comprensión, asimilación y puesta en práctica.
Para que sea más fácil todo esto, hay que tener cuidado con los distractores: el móvil, Internet, la televisión..., siendo estupendos instrumentos de comunicación, pueden convertirse en un problema para el trabajo y estudio universitario. Por ello, una buena técnica de estudio es apagar el móvil y cualquier aparato tecnológico que nos pueda distraer cuando nos dispongamos a estudiar.
Por supuesto es recomendable dormir ocho horas y comer bien, ya que la alimentación siempre es importante en cualquier etapa de la vida y, por supuesto, también cuando se está estudiando. Es importante no tomar tranquilizantes porque disminuyen la memoria y la capacidad de atención.
En definitiva, todos los ejercicios de técnicas de estudio pretenden que el estudiante descubra cuál es su mejor método personal de estudio, al ofrecerle pequeños y grandes “trucos” que puedan resultarle muy útiles.
Recuerda que en Educaformacion.com podrás encontar un gran variedad de ofertas en cursos y másteres online, a distancia y presenciales.